Irún - Pissos // Etapa de las 3M - Motivado, misterioso y mojado.
- Javier Barca
- 31 ene 2017
- 4 Min. de lectura
Son las 06pm y nos llama el Conductor del Alsa que nos indica donde colocar las bicis y que todas van para Irún.

Me pongo a hablar con los 2 franceses, que se quedaron en tierra, por que no nos dejaron embarcar en el tren de la mañana, aun cumpliendo la normativa, pero esto es otra historia aparte.
El viaje se hizo un poco largo y duro, sí, duro los asientos, el trayecto y las horas muy largas (unas 13h) pese a tener internet y un largo catalogo de películas.
Después de varias siestas, algún descafeinado y unos 3 litros de agua, bajamos en la estación de tren de Irún que es al igual de autobuses ( ironía off ).
Empiezo a desembalar la bicicleta y a montar todo con una calma que no era de este planeta, tenia 3 semanas por delante de paz y deporte… Sí paz, por que la guerra fueron los cuatro primeros días, el sexto y septimo.
Fijo todo lo posible las bolsas, ajuste de sillín y acople, coloco los gadgets, reviso la mecánica, tornillos, contesto algún mensaje, llamo a mis padres y me aprovisiono en un pequeño supermercado cercano en el que un chico que tenia alforjas y una bicicleta de trekking me pregunta hacia donde voy, etc… Pero nuestros caminos no se juntaban el hacia la transpirenaica por quinta vez y yo en busca del norte de Francia. Ambos decidimos gastar las vacaciones en hacernos un poco mas ricos de recuerdos y sensaciones.

En un par de suspiros y emociones de las cuales tenia un vago recuerdo de mis otras aventuras, cruzo la frontera dando el comienzo de lo que serían mis próximos 15 días en bicicleta y disfrute en lugares de los cuales, solo había visto en fotografías. Unos km’s mas tarde empiezo a ser consciente de que ya no estoy en territorio “ familiar “ ( idioma y señalización ).

Dejo de lado el gps y decido escoger la ruta mas pegada a la costa y me encuentro con Hendaya, que me deja impactado con el parecido a muchos pueblos costeros de Galicia. Lo digo un poco por el sube y baja continuo tan caracteristico. Seguimos por la D912 dirección Ciboure, no sin antes ver el castillo de Abbadia. Una pronta llegada a Guéthary, un “petit dejéuner”, breve vuelta por el pueblo y prosigo con la ruta camino a Bayona.

Entrando en el pueblo las flores seducen mi mirada, en la cual me dejo embaucar y lógicamente me limito a descubrir algún que otro sitio interesante. Una pena ir en bici por que te limita en parte visitar ciertos sitios como museos o exposiciones, por las cuales en otras condiciones hubiese movido cielo y tierra para disfrutarlas, pero ese no era el momento, y continuo pegado a la costa como había planeado…. pero SORPRESA!!

Donde demonios está el arcén???????. Las carreteras no son nada cómodas para rodar, apenas tengo arboles o vegetación que proteja del aire lateral y la lluvia incesante que llevaba cayendo 2 h antes de que empezase a preocuparme… chuzos de punta que alguno dolía y sobre todo cuando pegaba de frente.

Decido pegarme a la autopista y como había previsto en parte esta posibilidad, me coloco en la vía de servicio, llana ,sin trafico, bien indicada y muy limpia. El sueño de cualquier ciclista aficionado para entrenar o disfrutar de la bicicleta.
Seguimos con viento de cara y lateral, que por ratos me empuja hacia Pissos en el pueblo cual programo el fin de la 1ª Etapa ( el único que tenia un Carrefour decente ).
Continuo pegado a la A63 y me pongo en contacto con Alvaro y decidimos reunirnos en Castets, pueblecito tranquilo para tomar un café, hablar un poco y hasta hacer una encuesta sobre consumo de productos locales. Foto, abrazo, apretón de manos y nos despedimos.

Suena el teléfono… mi madre? Enserio? No respondo, ya había parado muchas veces y decidí llamarla 3h mas tarde cuando hubiese terminado la 1ª etapa.
Durante estas 2 horas me dedico a pensar y analizar la situación, me derrumbo y todo lo que había planificado no estaba saliendo, entro en cólera y no me reconozco. Veo todo negativo y dudo realmente si esto va a ser lo que quiero durante los próximos 14 días… y al final llamo a mi madre, entre lagrimas le decía lo bien que estaba y lo genial que estaba saliendo todo.
BARCACONSEJO: No mientas a una madre por que lo sabrá y es peor.
Cinco minutos después me llega un mensaje diciéndome lo mucho que me quiere aunque no comparta lo que haga, lo respeta y admira. Ese mensaje fue la *HOSTIA! Un escalofrío recorre todo mi cuerpo y me hace olvidar todo lo que me rodea por unas horas en las cuales no era feliz ni disfrutaba de nada. Me hizo recordar esa frase que tanto me repito por dentro ( no es como se empieza es como se acaba ) .

Termino las barritas, un par de sandwiches y unas dos horas después… Tachán!!!! Llego a Pissos!!
Aprovisiono víveres y voy en busca de un sitio apartado y tranquilo para poder dormir en la tienda de campaña. Pregunto en el parque de bomberos por si me dejaban instalarme en su nave pero no… tenían vetada entrada a personal no autorizado… con lo que me gusta a mi apagar fuegos ( de la parrilla ). Sigo un poco mas y encuentro una finca donde había un árbol bajo y con bastante hoja que me abrigaría en caso de mas viento y lluvia ( mas aún ).

Con todos los petates mojados y mucha paciencia consigo montar la tienda y “instalarme” si… instalarme por que no podía ni hacerme un bocadillo en el interior. Error de novato o mas que eso, por no haber probado la tienda antes.
Ceno como puedo, pongo a salvo mis cosas y intento pegar ojo. Es imposible durante 2 h debido a la lluvia y a las rachas de aire. Consigo dormir un poco pero en 4 h me despiertan los primeros rayos de sol que entran por la tienda… como que entran? Sí, de noche había roto una rama cayendo sobre mi pierna derecha dejándome un bonito hematoma en la tibia. Chapa y pintura pero claro no era solo en la pierna, había rajado la tienda dejándola inservible.
Cuando estaba recogiendo….
Continuará
* Sentimiento dopante de alto contenido motivacional que a día de hoy no puede ser detectado por la Agencia Antidoping.
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